Prueba PORSCHE PANAMERA Diesel

SORPRENDENTE EN TODOS LOS SENTIDOS

El Porsche Panamera Diesel es una combinación extraña de virtudes que no suelen encontrarse habitualmente en el resto de los modelos de este fabricante. Es bastante amplio y práctico, consume realmente poco y aún así mantiene unas prestaciones dignas para poder llevar el logo de la marca. Son casi cinco metros de Porsche capaces de llevar a cuatro adultos de elevada estatura con un confort impresionante y con la capacidad real de no parar a repostar hasta pasados 1000 kilómetros

IDENTIDAD OCULTA

No es que se avergüence de ello pero desde el exterior, este parece un Porsche normal. Tan solo una pequeña placa detrás de la aleta delantera y unos tubos de escape ligeramente alterados son las únicas pistas que indican que se trata de un vehículo diesel. Lo cierto es que lejos de tratar de pasar desapercibido, el Panamera debe sentirse orgulloso por sus logros comerciales. Después del Porsche Cayenne es el segundo modelo más vendido, mientras languidecen por detrás las ventas de uno de los modelos más icónicos de la marca y carismáticos de la marca, el 911. Incluso, según apuntan rumores, se añadirá otro turno a la fábrica en donde nace esta berlina de lujo deportiva, en Leipzig para poder satisfacer la enorme demanda y todo ello a pesar de la crisis en la eurozona. El motor de 3.0 litros diesel de 247 caballos ha sido sustituido por uno nuevo y más potente de 300 caballos que también incrementa las cifras de par. Esto significa que el Panamera Diesel es ahora un poco más rápido en velocidad punta y aceleración.

MODELOS Y VERSIONES

El Panamera se comercializa con cinco motores de gasolina, uno diesel y uno híbrido. En gasolina comienza con un 3.6 V6 de 310 caballos, le sigue el modelo S con un 3.0 V6 de 420 caballos, GTS con 4.8 V8 de 441 caballos, Turbo con 4.8 V8 de 519 caballos y finalmente Turbo S con el mismo motor que el anterior y potenciado hasta los 570 caballos. Todos los Panamera gasolina son automáticos de 7 velocidades y doble embrague. A partir del Panamera y Panamera S que cuentan con la posibilidad de ser propulsión trasera o integral, todos los Panamera superiores a estos son tracción integral La variante diesel es un 3.0 V6 de 300 caballos con cambio automático de ocho velocidades de convertidor de par y el Panamera Híbrido es un 3.0 V6 de gasolina con un motor eléctrico de 95 caballos que junto con el motor de combustión alcanza una potencia combinada de 416 caballos. El Panamera diesel de esta prueba tiene un precio de partida de 95.621 euros. A este precio hay que sumar: llantas de 20 pulgadas, asistente de aparcamiento delantero y trasero con cámara de marcha atrás, navegador, techo corredizo eléctrico, faros bi-xenon, PASM (suspensión activa), Paquete Sport Chrono Plus, asientos delanteros calefactables e interfaz universal de audio. El precio final de esta unidad de pruebas es de 106.467 euros. Existe un Porsche Panamera desde 93.398 euros.

INTERIORES

La mayoría del interior se mantiene sin demasiados cambios, la parte trasera sigue manteniendo un par de asientos individuales muy cómodos y ajustables individualmente

El Panamera es un coche grande, así que hay bastante espacio para conductor y pasajeros. La gruesa consola central plagada de botones te hace sentir como si estuvieras a los mandos de un avión. Todo está muy cerca de la mano del conductor, desde los controles del climatizador hasta el botón para elegir modos de conducción o el que sube o baja el alerón trasero. Los controles del doble climatizador están separados y cada uno cuenta con su propia velocidad de salida de aire. El cuadro de mandos está especialmente bien diseñado, un cuentarrevoluciones central rodeado de un velocímetro y una pantalla con diversa información. Se puede elegir entre el estado del coche, consumos y hasta el navegador, lo que nos evita tener que mirar al display central. Todos los pasajeros que probaron las plazas traseras se encontraron cómodos en ellas independientemente de su altura, gracias, entre otras cosas al generoso espacio disponible para colocar las piernas. En estas plazas traseras se dispone de tomas de carga para móviles u ordenadores y un gran espacio de almacenamiento oculto en la consola central que divide el interior en dos mitades.

Como es posible guardar una bicicleta en el maletero del Panamera, es fácil hacerse a la idea del enorme espacio del que dispone su maletero. Son 445 litros que se pueden aumentar hasta 1.263 litros abatiendo los asientos traseros. El Panamera es un coche muy lujoso y eso se percibe en acabados, controles y materiales ya que mima a conductor y pasajeros tanto por confort como por equipamiento.

EN CARRETERA

Son dos toneladas y casi 2 metros de ancho por lo que no se puede esperar un rendimiento y sensaciones ni siquiera similar a cualquiera de sus hermanos de marca más pequeños. Sin embargo su enorme tamaño contrasta con una agilidad proporcionada por su caja de cambios de ocho velocidades. Los cambios son absolutamente suaves e imperceptibles y el sonido del motor, sencillamente casi no existe. Al principio cuando se le acelera a fondo se espera escuchar el bramido típico que tanto engancha en los vehículos de esta marca, sin embargo a cambio nos ofrece el silencio más absoluto, o al menos no lo que se espera de un vehículo diesel.

Esta actualización de su mecánica, añadió cerca de 50 caballos más al V6 de tres litros y casi 300 caballos (296), también ha sido dotada de unos nuevos desarrollos de cambio para mejorar aún más la aceleración. Porsche ha acortado las primeras cuatro relaciones de las ocho velocidades disponibles. Estos retoques de la caja de cambios ayudan a distribuir mejor el empuje y sobre todo maximizan la eficiencia, esto le convierte en un vehículo muy adecuado para carreteras más rápidas en las que los cambios de marcha se realizan de forma inteligente. En tráfico lento resulto a veces un poco indeciso acerca de que marcha debe engranar y a veces da la sensación de que hemos errado con la palanca y la hemos desplazado a la zona de manejo secuencial.

En cualquier caso el resultado de todas estas mejoras se percibe principalmente al pisar a fondo el acelerador, aunque no está en la misma liga que los superdeportitos, son solo 6,0 segundos de 0 a 100 kilómetros/hora, que aplicados a una masa y volumen tan grande resultan más sorprendentes aún. En realidad más impresionante que el rendimiento es la suavidad de funcionamiento, esta es la tónica permanente en aceleraciones o incluso al ralentí, en donde su baja sonoridad es siempre la protagonista. Como hay mucho par en la parte baja y media del cuentavueltas, rara vez se suele subir hasta la zona roja, que por cierto, es en el único momento en donde el motor suena un poco más, pero poco. En cualquier caso no transmite, ni rodando en modo Sport, grandes sensaciones de aceleración. Una posible razón de esta falta de deportividad puede ser el uso de la caja de cambios Tiptronic de ocho velocidades en lugar de la fantástica PDK de doble embrague y siete relaciones. La caja Tiptronic se emplea con el fin de mejorar la economía de combustible, aunque sinceramente si se pudiera elegir, nos gustaría sacrificar algo de consumo y tener una sensación de mayor deportividad.  También se puede optar a una supensión adaptativa, cuando se utiliza este sistema (PASM) en su posición más deportiva convierte al Panamera en el modelo más capaz de su segmento si se tratara de rodar a ritmos deportivos. Supera las expectativas que sugieren su peso y tamaño, pero nunca se debe caer en la tentación de compararlo con alguno de sus hermanos más pequeños. Con los amortiguadores en el modo Comfort, todas las carreteras parecen estar bien asfaltadas y hacen que no exista otro coche mejor si se trata de realizar viajes de largo recorrido a ritmo elevado. El manejo, como decíamos es increíble teniendo en cuenta su peso y tamaño, es un coche muy grande y en ciudad a pesar de ello no se desenvuelve nada mal. Su radio de giro ayuda en todas las maniobras y la visibilidad, sin ser especialmente brillante, si permite un uso racional en espacios complicados como calles estrechas o parkings repletos de columnas. En lo que a la dirección se refiere, todos los modelos de Porsche se comparan obligatoriamente con el 911, un coche deportivo que es una referencia en el mundo del automóvil. Y el Panamera carece de esta sensación de agilidad y precisión que tiene el mítico deportivo, pero tiene exactamente el nivel correcto de retroalimentación que se espera de un coche como este, en donde el comfort de marcha es mucho más importante que una dirección más viva y nerviosa de un coche deportivo puro.

CONSUMOS REALES

Porsche ha establecido su consumo medio oficial en 6,4 litros/100 kilómetros, lo cierto es que en condiciones favorables de tráfico y conduciendo de la forma suave es una cifra muy realista. En autovía a 120 kilómetros/hora es sencillo alcanzar los 5,8 litros/100 kilómetros (5,6 oficialmente) y si se es capaz de llevar una velocidad de crucero suave y no superar los 100 kilómetros/hora la cifra media puede llegar a ser de solo 4,5 litros/100 kilómetros si la orografía es favorable. No es de extrañar que sea capaz de superar una autonomía de 1.000 kilómetros ya que tiene un tanque de combustible de 80 litros.

RIVALES Y CONCLUSIONES

El precio se incrementó con esta actualización que sufrió para poder competir con el Mercedes Benz Clase S además de los otros modelos de su clase más elegantes en su diseño como el Audi A7, Mercedes Benz CLS y BMW Serie 6 Gran Coupé. Varios de ellos son más baratos y más prácticos, concretamente un Mercedes CLS 350 BlueTEC con pack AMG cuesta unos 20.000 euros menos, igual de bien equipado, con un menor consumo de combustible y un maletero más grande. Pero dicho esto, el Panamera tiene mucho a su favor, hace mejor el trabajo de pretender ser un modelo deportivo que la mayoría de sus rivales, tiene uno de los interiores más bellos que se pueden encontrar y lleva en el capó una de las insignias de una de las marcas más deseables del mercado. La economía de combustible es muy favorable en una utilización realista.